35

voy a refugiarme a un lugar que no mida mis pasos,

aunque no encuentre nada diferente del miedo

dentro de ese estanque disecado

con sus peces de cristal de Corea... /


CARTAS ABIERTAS

Cartas que se abren como abanicos para retrucar la lógica de todos las injusticias que nos tienen por objetos inanimados, siempre dispuestos a la misma reacción: subordinarse.

25


comprar una cajita de colores repetidos

para seguir con el retrato de tu almohada/

hacer un depósito de truenos para el porvenir/

ir a festejarle su malicia al vecino que baldea las mañanas,

poniéndole cara de verdugo a mis alpargatas rojas/

salir de mi casillero para rescatar a un guardavidas de ciencia-ficción/

salir disparada hacia una nube tóxica y evitar el ocio de los ecologistas/

romper el muro de Berlín y el de los lamentos/

(negociar con la embajada China)

retroceder el tiempo cuatro segundos sobre dos/

ocultar la cuarta dimensión de las palabras y sus paréntesis existenciales/

cumplir con todo/

y que pase desapercibido...

CUOTA PENDIENTE


si al menos tu trampa acaramelada de esperas

fuera un silencio de helicóptero verticalista,

pastando en mi trapecio... ///

pero, como nunca, los nervios crispados y erectos,

despidiéndose de mí/

virtualmente eclipsados por el suelo,

astillan la sombra de los árboles...

6


salir y esconderte en mis ropas

engañarme los labios/

furiosa, tu tempestad que se acopla al silencio

y rompe a cuentagotas.

¿dónde no hay nada oculto,

sólo un hombre asfixiado en el puño,

levantando el sol y el mar y la lluvia y la arena,

capaz de enceguecer mi suspiro

hecho de humedades?

otra vez desciendo esa escalera que regulariza mis pies

que ubico justo por debajo

del miedo a las alturas.

Rama del que fue pez


si reía, que era un árboL/

: Un hombre gastando sus huesos contra las paredes,

dispuesto al Juego de acrecentar mis dudas/

si Amaba, que era impropio de las aves y las

Nubes, que era todo al mismo tiempo que la sombra.




Ghaibemm&Ghaibemm (en Mal moridos. Recetas para cadáveres...)

y luego amanece como por costumbre

y todo aterroriza sus floreros simétricos

¿quién rompe un grito a puñaladas?

una palabra amenaza con aparecerse

sobre los silencios.

sólo algunas certezas recordarán la noche

efectivamente, el cuco se esconde tras las madres.

me destierro/

garantizo cada una de estas veces que contradigo por el hecho de negarlas de tal modo/

me escucho/

todo esto lo dije antes de volver a verte en tu ropita huérfana de planchas/

antes de soportar el color de tus ojos con su lágrima que nunca deja de caer/

y antes todavía de esa sonrisa incómoda, ocasionalmente constante.../

te destierro/

me realizo en cada una de las partes desarticuladas de tu nombre /

me despeino y dejo de colgarme de su hamaca/

dejo de perderme en el túnel de la luz/

así descubro la espalda de los cielos

con su única palabra...

algo como las horas se refriega en tu oído y no te permite ladrarme palabras/

nazco traicionada por tus dudas de vidriera barata, de mostrador...

me recuesto donde los días se descomponen...

y siento tu presencia tan bien definida y lejana

que recupero todo tu cuerpo descompaginado como una imagen de sal sobre mi herida/

me desdigo y marchito todos los rostros de un vacío imposible...

te estrecho como siempre entre mis descuidos más humanos,

para abrigarme en tu desierto fonético y no verme en él...

segrego una esperanza y sus respectivos fracasos,

los extiendo en el balcón, mientras le saco las espinas/

a tu crucigrama ...

14


entre mi techo y yo, golpeaba aboliendo simpatías

harto como estaba de volar

parpadeó pesadamente y dijo algún misterio

así quiso marcharse, perseguido por mi curiosidad,

tan inconcluso como siempre.

GEOGRAFÍA PARA POBRES



qué humor/

es mi fastidio endilgando la luna/

ahora van a calumniarme/

en cada aspecto traman algo sagrado

que nunca ocurre para quien identifica

el ritmo de la sangre

y traduce del idioma original:

"una transfusión al Cristo".

RECORD DANCE


No importa, cuchillito que no corta,

te escucho dolerme sin dolor, para romperme y llorar,

que el espacio que me habita descansa en sueños

desteñidos sobre esa piel fuera de mí

Y al verte ¿Por qué atenuar al muerto que embriaga el paredón?

si escucharte es la distancia, plegada como un suspiro

que me confunde en tus ideas a punto revés...

Ghaib_emm

FILARIA (13/09/01)

Vamos a decir no-palabras.

Abrimiento de cabeza que patea los pulmones

nicotinizados de siluetas atadas por los pies.

Muere mi condena cada vez que redondeo.

Ya harto del nido que no cae y me hace sobrevivir río

para ver que naciones fuertes se abrazan y

lamen la discordia de tus peces fritos para mi úlcera.

Cansado tiento a reírme y surto la cama

en mitad de mi medianoche, a las 3 menos cuarto,

solo pa' compadecerme del vuelo de las aves.

Y, sin remedio, escucho tu farmacia abierta 24 hrs de

invierno.

En ausencia de celebraciones

planeo bajo,

musicando al mundo

con remolinos y suspennnnsos

de gusano.

Ailán & Ghaib.Inc.

23.


al que lo contenga

en su esqueleto...



para por sus etcéteras

caer tras el umbral y vuela ya que rueda y lame y juega y romper....

rebota al pie y danza la sombra dormida de costilla fugaz...

que convulsiona haciendo valer una vez mucho de fuego/

y más... doradito por el sol...

salpicada de mañanas que cae en boca de trueno...

despreocupa la verdad,

hacer del difunto fugitivo lanza de vacaciones/

a mediados de abril /

que estupefacta dibuja...

en su función de naipes estrictamente revueltos

o sobre superficies de escarcha.. ///

para qué?

CHE, PLAZA

- ¿Quién muere primero? No sé si quiero ser Borges.

Es más, ni lo intentaría. No quiero ser un sueño que se eclipsa a sí mismo.

- (El cristal no refleja mis manos/ se preocupa por mi pelo.)

El frío es un bandoneón que acompaña con su collar delgadito de gente manoseándose en la plaza para entrar en color...

(Vieja excusa) Tocame los tobillos. [Sueña]

"¡Mirá qué sonrisa!" Me oferta y hoy estoy tan caro que...

No se me ocurre nada, qué lástima ¿no?

- (No. Sólo lastima.) Ahí está mal. (Índice)

- Gracias. Eh...no tengo plata. (Terminame de corregir.)

(La oferta me gastó y…) El hombre del hacha me parte en vos.

- Qué bueno que no me parte a mí!

- Che, hombre, acá está tu plaza, toda mía, aunque no convencionalmente.

Tu escrito dice: cerveza, borrachos, poetas, personitas alzadas a la décima potencia.

- Y (la_mía) tu cruz que hinca al cielo, lo hace estallar para que nos llueva algo de la vida /que podría ser ésto...

- Está confirmado: la plaza incendia, y se levantan nuestras cuatro manos para juntar las hojas y no al viento, ese se te escurre, corrompido por el verde

que nos hace ma' o meno' pornográficos, inocentes

y no incendiados como ella quiere...

02/06/01: Alaín&Achernar

Pseudorevoluciones: ¿un “hobby” adolescente?


¿Acaso la adolescencia no es un

producto más del capitalismo, una

subdivisión del mercado? ¿No es la

fase evolutiva en la que se intenta

coartar legal, intelectual y

políticamente al individuo?


La sociedad venera la imagen juvenil como ideal estético, al tiempo que menosprecia las supuestas incapacidades de los adolescentes. Desde distintos ámbitos, se ha establecido el preconcepto (siempre científico) de que en el transcurso de esta etapa es inevitable la aparición de destellos de rebeldía que, poco a poco, desaparecen a medida se alcanza cierto grado de entendimiento, responsabilidad, madurez y decrepitud.

Tal lectura colectiva [¿teledirigida?] supone que la onda combativa responde a una de las tantas modalidades profesadas, mayoritariamente, por adolescentes. Pero que, a fin de cuentas, está destinada a desaparecer; como todo estadio pasajero, puesto que la meta última del Ser consiste en “aburguesarse”[1]. Es decir, en recuperar la cordura al mejor estilo quijotesco.

Entonces, por un lado, el hecho de asociar las actitudes rebeldes a la adolescencia y que ésta, a su vez, esté asociada a la desinteligencia y a la ligereza de pensamiento, otorgaría a cualquier actividad ligada a ella un rasgo “negativo” o de “inferioridad”. Por otro lado, (como se dijo al principio) la misma adolescencia, en relación con la rebeldía, podría poseer algún matiz idílico.

De esta forma, el sistema, acostumbrado a devorar toda protesta, hace lo propio con los rebeldes, quienes en su afán de diferenciación parecen caer en la trampa, llegando incluso al autoboicot: cuando su causa se ve empañada por un mercantilismo en el que muchos incautos se pierden, convirtiéndose en compradores compulsivos de referentes políticos estampados en remeras y demás adminículos de identificación o, peor aun, consumidores de lecturas disléxicas de discursos políticos. [2]

Ahora bien, sin tratar de hacer de este artículo un tratado de Sociología (o ante la imposibilidad de hacerlo), creyendo en la existencia de una necesidad hasta fisiológica de entablar este diálogo, se intentará desplegar la inquietud. Vale aclarar [para que oscurezca] que si se considera que “el mundo de las ideas esto y aquello” y que, por lo tanto, la falta de lógica es indiscutible, todo lo que pudiera alegase en las páginas siguientes resultaría vano, puesto que de no existir tautología posible entre realización humana e ideal, lo que, en cambio, sí existiría, y en demasía, sería sólo pura falacia Pero, al menos, debería quedarnos un margen para dudar con libertad, para murmurar que eppurse muove.

Podríamos comenzar recordando que el término medio que aseguraría la felicidad (según Aristóteles) estaría entre el exceso y el defecto, en ese lugar hipotético que cariñosamente denominamos virtud, justo junto al hipotálamo, supongo. De él podríamos decir que entendido como el dominio de las pasiones, siempre resultó invaluable, en tanto no se lo fundió [por etimología asociativa, a la que regularmente adherimos[3]] con la calidad de “mediocre”.

Ahí está la primera punta del ovillo. Se dice que la mediocridad suele ir superpuesta al hombre actual. Y si no deliramos con que todo tiempo pasado ya fue, deberíamos abarcar varios miles de años, pero desde una postura menos pesimista nos referiremos a la posmodernidad, debido a que es, según su receta, la “Era en la que el hombre puede ser más o menos todo”, sin que importe la existencia de espacios donde si uno se propusiera emplear ese método, el resultado que de por sí es relativo, quedaría, no librado al azar, sino, condenado al fracaso[4].

Pese a cualquier puesta en evidencia de su fatalidad, la formulilla se propaga como filosofía de vida en oposición al extremismo (?), y ésa es la tendencia que subyace en muchos grupejos juveniles autoproclamados rebeldes, que con exaltación desmedida vociferan en favor de una revolución social para la que no cuentan con condiciones mentales suficientes.

Este es el verdadero quid de la cuestión: al aludir a “insuficiencias mentales severas” es pertinente observar que ellas no implican inconvenientes de tipo cognoscitivo; sino que se intenta poner de relieve que la estructuración mental sobre la que se instala “su” idea revolucionaria resulta, en cierto sentido, contraproducente; puesto que estos sujetos, que -tal vez- han logrado erradicar de su léxico todo término peyorativo procedente del “campo dominante”, continúan arraigados inconscientemente a esa cultura.[5]

En otras palabras, todavía no se ha concretado el hombre nuevo que es requisito fundamental para el cambio. Lo han confundido con el hombre huevo, que es otra cosa. Pero no han podido, y es una lástima, revolucionar si quiera sus propias mentes[6], y así han permitido que la hipocresía hiciese nido en la revolución[7].

Esto parece ser patente -o patético- cuando se torna indispensable deslindar el significado que la palabra revolucionario connota, ya que se advierte que este significante ha sido resemantizado de forma poco común: en el plano social, ha sido transferido/desplazado de una acepción a otra. Entendiendo que, en cuanto actor del cambio, al vincularse con actitudes mediocres, el rebelde quedaría ligado al “asesinato ideológico” propio de la posmodernidad [ = cultura de la imagen + idolatrización + consumismo + etc.]; mientras que en la revolución como giro, se lograría la adecuación terminológica a la realidad construida a partir del accionar neorevolucionario o pseudorevolucionario; puesto que 360º de trayectoria implican retorno al estado inicial, si bien, la sensación de movimiento funcionaría como regulador de la desesperanza.

¿Cómo oponerse a este trastrocamiento en una palabra tan cara a nosotros[8], si los aspectos emotivos que merodean las palabras pueden redundar en desarrollos peyorativos del sentido connotado del término en cuestión?

En este caso, los prejuicios sociales[9] han deformado el significado, pues este último es el resultado de toda la experiencia que se ha tenido (lingüística o de otra clase). La dimensión connotativa es evaluativa, está relacionada con la realidad social, es configurada por la cultura y los sistemas sociales en que nos desenvolvemos.[10]

Ahora, yendo a la configuración del aspecto idílico de la rebeldía, resulta interesante recurrir primero a la lectura de “La utopía” de Galeano donde, el autor habla de cuál sería la utilidad de su visualización, haciendo la salvedad de que pareciera que el “horizonte” para los neorevolucionarios serviría sólo para eso, para ser admirado.

Esto abre un nuevo capítulo: la revolución como ideal estético y contemplativo, alejado de todo propósito político. Por lo que los revolucionarios, más conocidos como rebolú, toman al pie de la letra capital eso del arte político, para mutar en sujetos inertes: sensibles pero inoperantes, abrazando un concepto de arte que implica una clandestinidad vacía, que no entra en conflicto con la oficialidad.

Para ejemplificar la visión negativa que el “capitalismo” tiene del arte y los rebeldes podemos citar la revista Ñ nº 69 (p.26) donde figura el artículo “La novela del subcomandante” de James C. Mc. Kinley, traducida del New York Time. Esta nota podría leerse como una reseña bibliográfica más o ser tomada como lo que es: un insulto, una provocación.

Al mencionado reportero, no le basta con atacar la figura de Marcos sino que, además, arremete contra el arte y más específicamente contra la literatura: “¿Qué puede hacer para llamar la atención un dirigente rebelde al que le sobra un poco de tiempo? (...) Marcos (...) parece haber decidido que la respuesta es escribir una novela policial”. De este modo, presente la actividad artística como pasatiempo y la ubica en el espacio de ocio, del lado de la “improductividad”.

En cuanto al dirigente rebelde, lo acusa desde su torpeza: “A juzgar por el primer capítulo, Marcos quiere usar la ficción no sólo para recaudar fondos para caridad, tal como acordaron los dos autores, sino también con fines políticos[11].

Más adelante dice Mc. Kinley de Marcos: “encabezó un levantamiento por los derechos de los indígenas”, justamente él “que no es indígena”; olvidándose de que la solidaridad ante la injusticia no tiene etnia ni patria.

Este periodista o crítico de arte da un paso más, asegura que Marcos es “el dirigente rebelde que consiguió que usar una máscara negra resultara sexy”; pero, conociendo de dónde proviene la opinión, no podemos afirmar que la adjudicación de tal frivolidad sea insulto o halago.

En fin, aunque suene utópico, es necesario sentenciar que con palabras bonitas se proyectan las fantasías del hombre, y son las acciones las que dan vitalidad a los sueños


[1] Poraburguesarse”, léase: abandono de ideales o, básicamente, traición.

[2] Lecturas de malas lecturas del discurso de alguien ¿se entiende? A partir de las cuales sus palabras (comparables a las de Marx, pero a la décima impotencia) sugieren una suerte de PLAY- REW permanente.

[3] Regularmente adherimos pues es una “reacción” ante la arbitrariedad del signo.

La defensiva viene a razón de que los juegos de palabras son siempre generadores de “confusión aprovechable”, como es el caso de la propuesta a viva voz de una educación igualadora en lugar de una igualitaria

[4] He aquí el dilema de la especialización: ¿Cómo especializarse en algo sin delegar en otros los demás aspectos de la vida: política, etc.?

[5] De todos modos, es un buen indicio que reparen en la contradicción. Sin embargo, con el tiempo, ese “fingimiento” termina descascarándose.

[6] Parece prudente dejar constancia de que la revolución mental involucra un proceso, que requiere tiempo y que siempre que comenzó a brotar fue arrancada como la hierva que irrumpe en los cultivos, pero que siempre vuelve.

[7] ¿Quién dijo: “Un águila”? Por ej.: ellos (y hasta ellas) la mayoría de las veces piensan desde una perspectiva machista. ¿Es posible una sociedad igualitaria (sexualmente hablando, al menos) sobre las bases de una mentalidad patriarcal o matriarcal?

[8] ¿Habrá otra que supla su ausencia?

[9] Prejuicios prefabricados hábilmente, claro.

[10] El discurso capitalista ha configurado a la rebeldía de tal manera que logró neutralizarla y hasta ridiculizarla.

[11] El subrayado se limita a enfatizar la ridiculez del comentario… o, en otras palabras, “es nuestro”. Elemental, mi querido James: cualquier hombre consciente de su propósito va a desarrollar la actividad de escritura con objetivos claros y no por simple vanidad literaria.

ABANICOS CELESTES (EQUILIBRISTAS)


Todo empezó con agüita en mi nariz, justo antes de mi bautismo.

Expláyate tú, hombre de saliva corta y bendiciones promiscuas (pensaba en ese momento en el que alguien/alguien me crucificaba) Risas, vino, torta, hostias, el cura que se hace la paja, (su quincho lo cubre/el techo le llora a los costados). (Él se moja y la monja...es virgen?) (sus pensamientos no cuentan?) Entra alguien sin ser palpado al recinto, pateando los bancos y escribe en la alfombra ¿roja? (no importa): "Mis glóbulos rojos te bañaron, mi cruz te hincó los huesos, mi vieja te bañaba en rezos".

- Ayer te necesitaba y vos estabas colgadito del rosario y yo acá, en Buenos Aires, te escribía una carta magna de desalojo, corrupción, mentira-estafa y boberías hechas añicos.

¡Vestite! ¡Ponete la sotana! (No te da vergüenza estar desnudo?) Sabía que ni salpicándote de enojo ibas a bajarte y a largar el cojo de tu verdad... No te ibas? A qué te quedaste? A hacerte el macho? Ni vos te crees esa postura de río manso. Te morías de ganas (Bah, estás muerto) de desclavarte y partirme al medio como a tu ex amigo. Sí, ese. El dueño de la otra multinacional. (¡Qué bien la hicieron!)

Te das cuenta que estás escribiendo solo? El otro se echa a reír y a fumar; vos, solito te aburrís o te alimentás de esta clase de escuela.

- Con tanta sotana, debería azotarte en el sótano el corazón erecto y doliente, mal apagado por un impasible espíritu eólico...

Váyanse yendo ahora, cristalinos y dedos, que el que entra camina de espaldas al sol, siguiéndome. El que entra esperma su recompensa laboral. En su idiotez maximizada, esperma. Viene a depositar sus quejas entre las limosnas del padre. Esperma, hace fila. Desfila hasta la hostia y esperma. Come de la mano que lo muerde a él, del estómago que lo vomita y, a pesar de todo, vuelve cada año a despotricar, a insultar las piedras, las paredes, la alfombra, mi desnudez y mi corona, al cura que no tiene cura, al feligrés infeliz que se come la galletita sin chistar. ¿Viene?¿Cuál es su necesidad de venir?... Qué no vuelva!!! ¿Acaso no tiene otro movimiento en su muñeca?, ¿su pulgar no lo pulsa lo suficiente para salir de tono y no volver a sus reproches irascibles?.¿Qué demonios esperma? Basta!!! Este poema parece viejo, me aburre su riñón y su epilepsia cinematográfica. Basta!!! En el patio o en la plaza el gentío te esperma para patearte el traste de nuevo, y no te cansa... Son noticias repetidas...Para mañana: yo acá, tal vez un poco durito, y usted espermará,

quién sabe dónde.

Final de tango.: chan, chau.(< Secuencia criminal)

Ailán&Adalid

CAIMOS HONDO EN EL INFIERNO DE GIR.. (efecto Pimpinela)

- ¿Y quién quiere ser poeta?

¡Ahora! Escribí vos. Escupí todo.

- A ver, esto sin jugar con las palabras. (o sea, es serio, me ponés tieso. Sí, tieso)

- ¿Qué, vale cohibir mi boca muda de hachas? ¿o acaso pretendés que me devuelva en vos?..

- Pensás muy finito para calzarte, casarte o ensartrarte en mi bodega que promueve riñas.

- ¿Dónde queda tu bodega? ¿En Bogotá o en la bota de alguno de tus gatos?

- No, bobeta, los bohemios se escriben y se exhiben sin verse en versos burocráticos. Como por ejemplo, eh..., pará, pará... Eso, pura formalidad...

No me comés, no me bebés...

- O sea, te veo-veo...

- ... pero tu color es un simple potrero, sin potros, empotrado, con un portero que puertea, que te puertea las vacas que no existe, como tu color.

- Menos mal que había que evitar jugar con las palabras ¿no será que ellas juegan con nosotros y deforman nuestra osamenta?

- Es decir...

- ( el ESTRO comprime la R y acaba acogiéndose a ésto)

- ...resusitó: "nos violan, nos manosean, nos lenguetean, saben a lo que apunto...

- ...a algún punto pero sin N".

- Y me guuuusta, las quieroooo, son mías, las posesiono, las penetro.

- Una afirmación:

- No soy un "pueta", como el hombre que mira desde los brazos que no tiene...

- ... y que termina porque la hoja acaba antes que él...

¡Clinc! (Caja)

ALAÍN REWUYUGOPITS & IDALA ADALID.