voy a refugiarme a un lugar que no mida mis pasos,
aunque no encuentre nada diferente del miedo
dentro de ese estanque disecado
con sus peces de cristal de Corea... /
Los árboles avanzan a un plano más próximo/ Algo está pasando en sus ramas/ Algo invisible habita entre el hombre y su sombra/ Ahorcándonos de pinos/ Geométricamente tallados/ Rigurosamente vestidos.
voy a refugiarme a un lugar que no mida mis pasos,
aunque no encuentre nada diferente del miedo
dentro de ese estanque disecado
con sus peces de cristal de Corea... /
comprar una cajita de colores repetidos
para seguir con el retrato de tu almohada/
hacer un depósito de truenos para el porvenir/
ir a festejarle su malicia al vecino que baldea las mañanas,
poniéndole cara de verdugo a mis alpargatas rojas/
salir de mi casillero para rescatar a un guardavidas de ciencia-ficción/
salir disparada hacia una nube tóxica y evitar el ocio de los ecologistas/
romper el muro de Berlín y el de los lamentos/
(negociar con la embajada China)
retroceder el tiempo cuatro segundos sobre dos/
ocultar la cuarta dimensión de las palabras y sus paréntesis existenciales/
cumplir con todo/
y que pase desapercibido...
si al menos tu trampa acaramelada de esperas
fuera un silencio de helicóptero verticalista,
pastando en mi trapecio... ///
pero, como nunca, los nervios crispados y erectos,
despidiéndose de mí/
virtualmente eclipsados por el suelo,
astillan la sombra de los árboles...
salir y esconderte en mis ropas
engañarme los labios/
furiosa, tu tempestad que se acopla al silencio
y rompe a cuentagotas.
¿dónde no hay nada oculto,
sólo un hombre asfixiado en el puño,
levantando el sol y el mar y la lluvia y la arena,
capaz de enceguecer mi suspiro
hecho de humedades?
otra vez desciendo esa escalera que regulariza mis pies
que ubico justo por debajo
del miedo a las alturas.
si reía, que era un árboL/
: Un hombre gastando sus huesos contra las paredes,
dispuesto al Juego de acrecentar mis dudas/
si Amaba, que era impropio de las aves y las
Nubes, que era todo al mismo tiempo que la sombra.
Ghaibemm&Ghaibemm (en Mal moridos. Recetas para cadáveres...)
me destierro/
garantizo cada una de estas veces que contradigo por el hecho de negarlas de tal modo/
me escucho/
todo esto lo dije antes de volver a verte en tu ropita huérfana de planchas/
antes de soportar el color de tus ojos con su lágrima que nunca deja de caer/
y antes todavía de esa sonrisa incómoda, ocasionalmente constante.../
te destierro/
me realizo en cada una de las partes desarticuladas de tu nombre /
me despeino y dejo de colgarme de su hamaca/
dejo de perderme en el túnel de la luz/
así descubro la espalda de los cielos
con su única palabra...
algo como las horas se refriega en tu oído y no te permite ladrarme palabras/
nazco traicionada por tus dudas de vidriera barata, de mostrador...
me recuesto donde los días se descomponen...
y siento tu presencia tan bien definida y lejana
que recupero todo tu cuerpo descompaginado como una imagen de sal sobre mi herida/
me desdigo y marchito todos los rostros de un vacío imposible...
te estrecho como siempre entre mis descuidos más humanos,
para abrigarme en tu desierto fonético y no verme en él...
segrego una esperanza y sus respectivos fracasos,
los extiendo en el balcón, mientras le saco las espinas/
a tu crucigrama ...
No importa, cuchillito que no corta,
te escucho dolerme sin dolor, para romperme y llorar,
que el espacio que me habita descansa en sueños
desteñidos sobre esa piel fuera de mí
Y al verte ¿Por qué atenuar al muerto que embriaga el paredón?
si escucharte es la distancia, plegada como un suspiro
que me confunde en tus ideas a punto revés...
Ghaib_emm
Vamos a decir no-palabras.
Abrimiento de cabeza que patea los pulmones
nicotinizados de siluetas atadas por los pies.
Muere mi condena cada vez que redondeo.
Ya harto del nido que no cae y me hace sobrevivir río
para ver que naciones fuertes se abrazan y
lamen la discordia de tus peces fritos para mi úlcera.
Cansado tiento a reírme y surto la cama
en mitad de mi medianoche, a las 3 menos cuarto,
solo pa' compadecerme del vuelo de las aves.
Y, sin remedio, escucho tu farmacia abierta 24 hrs de
invierno.
En ausencia de celebraciones
planeo bajo,
musicando al mundo
con remolinos y suspennnnsos
de gusano.
Ailán & Ghaib.Inc.
al que lo contenga
en su esqueleto...
para por sus etcéteras
caer tras el umbral y vuela ya que rueda y lame y juega y romper....
rebota al pie y danza la sombra dormida de costilla fugaz...
que convulsiona haciendo valer una vez mucho de fuego/
y más... doradito por el sol...
salpicada de mañanas que cae en boca de trueno...
despreocupa la verdad,
hacer del difunto fugitivo lanza de vacaciones/
a mediados de abril /
que estupefacta dibuja...
en su función de naipes estrictamente revueltos
o sobre superficies de escarcha.. ///
para qué?
- ¿Quién muere primero? No sé si quiero ser Borges.
Es más, ni lo intentaría. No quiero ser un sueño que se eclipsa a sí mismo.
- (El cristal no refleja mis manos/ se preocupa por mi pelo.)
El frío es un bandoneón que acompaña con su collar delgadito de gente manoseándose en la plaza para entrar en color...
(Vieja excusa) Tocame los tobillos. [Sueña]
"¡Mirá qué sonrisa!" Me oferta y hoy estoy tan caro que...
No se me ocurre nada, qué lástima ¿no?
- (No. Sólo lastima.) Ahí está mal. (Índice)
- Gracias. Eh...no tengo plata. (Terminame de corregir.)
(La oferta me gastó y…) El hombre del hacha me parte en vos.
- Qué bueno que no me parte a mí!
- Che, hombre, acá está tu plaza, toda mía, aunque no convencionalmente.
Tu escrito dice: cerveza, borrachos, poetas, personitas alzadas a la décima potencia.
- Y (la_mía) tu cruz que hinca al cielo, lo hace estallar para que nos llueva algo de la vida /que podría ser ésto...
- Está confirmado: la plaza incendia, y se levantan nuestras cuatro manos para juntar las hojas y no al viento, ese se te escurre, corrompido por el verde
que nos hace ma' o meno' pornográficos, inocentes
y no incendiados como ella quiere...
02/06/01: Alaín&Achernar
¿Acaso la adolescencia no es un
producto más del capitalismo, una
subdivisión del mercado? ¿No es la
fase evolutiva en la que se intenta
coartar legal, intelectual y
políticamente al individuo?
La sociedad venera la imagen juvenil como ideal estético, al tiempo que menosprecia las supuestas incapacidades de los adolescentes. Desde distintos ámbitos, se ha establecido el preconcepto (siempre científico) de que en el transcurso de esta etapa es inevitable la aparición de destellos de rebeldía que, poco a poco, desaparecen a medida se alcanza cierto grado de entendimiento, responsabilidad, madurez y decrepitud.
Tal lectura colectiva [¿teledirigida?] supone que la onda combativa responde a una de las tantas modalidades profesadas, mayoritariamente, por adolescentes. Pero que, a fin de cuentas, está destinada a desaparecer; como todo estadio pasajero, puesto que la meta última del Ser consiste en “aburguesarse”[1]. Es decir, en recuperar la cordura al mejor estilo quijotesco.
Entonces, por un lado, el hecho de asociar las actitudes rebeldes a la adolescencia y que ésta, a su vez, esté asociada a la desinteligencia y a la ligereza de pensamiento, otorgaría a cualquier actividad ligada a ella un rasgo “negativo” o de “inferioridad”. Por otro lado, (como se dijo al principio) la misma adolescencia, en relación con la rebeldía, podría poseer algún matiz idílico.
De esta forma, el sistema, acostumbrado a devorar toda protesta, hace lo propio con los rebeldes, quienes en su afán de diferenciación parecen caer en la trampa, llegando incluso al autoboicot: cuando su causa se ve empañada por un mercantilismo en el que muchos incautos se pierden, convirtiéndose en compradores compulsivos de referentes políticos estampados en remeras y demás adminículos de identificación o, peor aun, consumidores de lecturas disléxicas de discursos políticos. [2]
Ahora bien, sin tratar de hacer de este artículo un tratado de Sociología (o ante la imposibilidad de hacerlo), creyendo en la existencia de una necesidad hasta fisiológica de entablar este diálogo, se intentará desplegar la inquietud. Vale aclarar [para que oscurezca] que si se considera que “el mundo de las ideas esto y aquello” y que, por lo tanto, la falta de lógica es indiscutible, todo lo que pudiera alegase en las páginas siguientes resultaría vano, puesto que de no existir tautología posible entre realización humana e ideal, lo que, en cambio, sí existiría, y en demasía, sería sólo pura falacia Pero, al menos, debería quedarnos un margen para dudar con libertad, para murmurar que eppurse muove.
Podríamos comenzar recordando que el término medio que aseguraría la felicidad (según Aristóteles) estaría entre el exceso y el defecto, en ese lugar hipotético que cariñosamente denominamos virtud, justo junto al hipotálamo, supongo. De él podríamos decir que entendido como el dominio de las pasiones, siempre resultó invaluable, en tanto no se lo fundió [por etimología asociativa, a la que regularmente adherimos[3]] con la calidad de “mediocre”.
Ahí está la primera punta del ovillo. Se dice que la mediocridad suele ir superpuesta al hombre actual. Y si no deliramos con que todo tiempo pasado ya fue, deberíamos abarcar varios miles de años, pero desde una postura menos pesimista nos referiremos a la posmodernidad, debido a que es, según su receta, la “Era en la que el hombre puede ser más o menos todo”, sin que importe la existencia de espacios donde si uno se propusiera emplear ese método, el resultado que de por sí es relativo, quedaría, no librado al azar, sino, condenado al fracaso[4].
Pese a cualquier puesta en evidencia de su fatalidad, la formulilla se propaga como filosofía de vida en oposición al extremismo (?), y ésa es la tendencia que subyace en muchos grupejos juveniles autoproclamados rebeldes, que con exaltación desmedida vociferan en favor de una revolución social para la que no cuentan con condiciones mentales suficientes.
Este es el verdadero quid de la cuestión: al aludir a “insuficiencias mentales severas” es pertinente observar que ellas no implican inconvenientes de tipo cognoscitivo; sino que se intenta poner de relieve que la estructuración mental sobre la que se instala “su” idea revolucionaria resulta, en cierto sentido, contraproducente; puesto que estos sujetos, que -tal vez- han logrado erradicar de su léxico todo término peyorativo procedente del “campo dominante”, continúan arraigados inconscientemente a esa cultura.[5]
En otras palabras, todavía no se ha concretado el hombre nuevo que es requisito fundamental para el cambio. Lo han confundido con el hombre huevo, que es otra cosa. Pero no han podido, y es una lástima, revolucionar si quiera sus propias mentes[6], y así han permitido que la hipocresía hiciese nido en la revolución[7].
Esto parece ser patente -o patético- cuando se torna indispensable deslindar el significado que la palabra revolucionario connota, ya que se advierte que este significante ha sido resemantizado de forma poco común: en el plano social, ha sido transferido/desplazado de una acepción a otra. Entendiendo que, en cuanto actor del cambio, al vincularse con actitudes mediocres, el rebelde quedaría ligado al “asesinato ideológico” propio de la posmodernidad [ = cultura de la imagen + idolatrización + consumismo + etc.]; mientras que en la revolución como giro, se lograría la adecuación terminológica a la realidad construida a partir del accionar neorevolucionario o pseudorevolucionario; puesto que 360º de trayectoria implican retorno al estado inicial, si bien, la sensación de movimiento funcionaría como regulador de la desesperanza.
¿Cómo oponerse a este trastrocamiento en una palabra tan cara a nosotros[8], si los aspectos emotivos que merodean las palabras pueden redundar en desarrollos peyorativos del sentido connotado del término en cuestión?
En este caso, los prejuicios sociales[9] han deformado el significado, pues este último es el resultado de toda la experiencia que se ha tenido (lingüística o de otra clase). La dimensión connotativa es evaluativa, está relacionada con la realidad social, es configurada por la cultura y los sistemas sociales en que nos desenvolvemos.[10]
Ahora, yendo a la configuración del aspecto idílico de la rebeldía, resulta interesante recurrir primero a la lectura de “La utopía” de Galeano donde, el autor habla de cuál sería la utilidad de su visualización, haciendo la salvedad de que pareciera que el “horizonte” para los neorevolucionarios serviría sólo para eso, para ser admirado.
Esto abre un nuevo capítulo: la revolución como ideal estético y contemplativo, alejado de todo propósito político. Por lo que los revolucionarios, más conocidos como rebolú, toman al pie de la letra capital eso del arte político, para mutar en sujetos inertes: sensibles pero inoperantes, abrazando un concepto de arte que implica una clandestinidad vacía, que no entra en conflicto con la oficialidad.
Para ejemplificar la visión negativa que el “capitalismo” tiene del arte y los rebeldes podemos citar la revista Ñ nº 69 (p.26) donde figura el artículo “La novela del subcomandante” de James C. Mc. Kinley, traducida del New York Time. Esta nota podría leerse como una reseña bibliográfica más o ser tomada como lo que es: un insulto, una provocación.
Al mencionado reportero, no le basta con atacar la figura de Marcos sino que, además, arremete contra el arte y más específicamente contra la literatura: “¿Qué puede hacer para llamar la atención un dirigente rebelde al que le sobra un poco de tiempo? (...) Marcos (...) parece haber decidido que la respuesta es escribir una novela policial”. De este modo, presente la actividad artística como pasatiempo y la ubica en el espacio de ocio, del lado de la “improductividad”.
En cuanto al dirigente rebelde, lo acusa desde su torpeza: “A juzgar por el primer capítulo, Marcos quiere usar la ficción no sólo para recaudar fondos para caridad, tal como acordaron los dos autores, sino también con fines políticos” [11].
Más adelante dice Mc. Kinley de Marcos: “encabezó un levantamiento por los derechos de los indígenas”, justamente él “que no es indígena”; olvidándose de que la solidaridad ante la injusticia no tiene etnia ni patria.
Este periodista o crítico de arte da un paso más, asegura que Marcos es “el dirigente rebelde que consiguió que usar una máscara negra resultara sexy”; pero, conociendo de dónde proviene la opinión, no podemos afirmar que la adjudicación de tal frivolidad sea insulto o halago.
En fin, aunque suene utópico, es necesario sentenciar que con palabras bonitas se proyectan las fantasías del hombre, y son las acciones las que dan vitalidad a los sueños
[1] Por “aburguesarse”, léase: abandono de ideales o, básicamente, traición.
[2] Lecturas de malas lecturas del discurso de alguien ¿se entiende? A partir de las cuales sus palabras (comparables a las de Marx, pero a la décima impotencia) sugieren una suerte de PLAY- REW permanente.
[3] Regularmente adherimos pues es una “reacción” ante la arbitrariedad del signo.
La defensiva viene a razón de que los juegos de palabras son siempre generadores de “confusión aprovechable”, como es el caso de la propuesta a viva voz de una educación igualadora en lugar de una igualitaria
[4] He aquí el dilema de la especialización: ¿Cómo especializarse en algo sin delegar en otros los demás aspectos de la vida: política, etc.?
[5] De todos modos, es un buen indicio que reparen en la contradicción. Sin embargo, con el tiempo, ese “fingimiento” termina descascarándose.
[6] Parece prudente dejar constancia de que la revolución mental involucra un proceso, que requiere tiempo y que siempre que comenzó a brotar fue arrancada como la hierva que irrumpe en los cultivos, pero que siempre vuelve.
[7] ¿Quién dijo: “Un águila”? Por ej.: ellos (y hasta ellas) la mayoría de las veces piensan desde una perspectiva machista. ¿Es posible una sociedad igualitaria (sexualmente hablando, al menos) sobre las bases de una mentalidad patriarcal o matriarcal?
[8] ¿Habrá otra que supla su ausencia?
[9] Prejuicios prefabricados hábilmente, claro.
[10] El discurso capitalista ha configurado a la rebeldía de tal manera que logró neutralizarla y hasta ridiculizarla.
[11] El subrayado se limita a enfatizar la ridiculez del comentario… o, en otras palabras, “es nuestro”. Elemental, mi querido James: cualquier hombre consciente de su propósito va a desarrollar la actividad de escritura con objetivos claros y no por simple vanidad literaria.
Todo empezó con agüita en mi nariz, justo antes de mi bautismo.
Expláyate tú, hombre de saliva corta y bendiciones promiscuas (pensaba en ese momento en el que alguien/alguien me crucificaba) Risas, vino, torta, hostias, el cura que se hace la paja, (su quincho lo cubre/el techo le llora a los costados). (Él se moja y la monja...es virgen?) (sus pensamientos no cuentan?) Entra alguien sin ser palpado al recinto, pateando los bancos y escribe en la alfombra ¿roja? (no importa): "Mis glóbulos rojos te bañaron, mi cruz te hincó los huesos, mi vieja te bañaba en rezos".
- Ayer te necesitaba y vos estabas colgadito del rosario y yo acá, en Buenos Aires, te escribía una carta magna de desalojo, corrupción, mentira-estafa y boberías hechas añicos.
¡Vestite! ¡Ponete la sotana! (No te da vergüenza estar desnudo?) Sabía que ni salpicándote de enojo ibas a bajarte y a largar el cojo de tu verdad... No te ibas? A qué te quedaste? A hacerte el macho? Ni vos te crees esa postura de río manso. Te morías de ganas (Bah, estás muerto) de desclavarte y partirme al medio como a tu ex amigo. Sí, ese. El dueño de la otra multinacional. (¡Qué bien la hicieron!)
Te das cuenta que estás escribiendo solo? El otro se echa a reír y a fumar; vos, solito te aburrís o te alimentás de esta clase de escuela.
- Con tanta sotana, debería azotarte en el sótano el corazón erecto y doliente, mal apagado por un impasible espíritu eólico...
Váyanse yendo ahora, cristalinos y dedos, que el que entra camina de espaldas al sol, siguiéndome. El que entra esperma su recompensa laboral. En su idiotez maximizada, esperma. Viene a depositar sus quejas entre las limosnas del padre. Esperma, hace fila. Desfila hasta la hostia y esperma. Come de la mano que lo muerde a él, del estómago que lo vomita y, a pesar de todo, vuelve cada año a despotricar, a insultar las piedras, las paredes, la alfombra, mi desnudez y mi corona, al cura que no tiene cura, al feligrés infeliz que se come la galletita sin chistar. ¿Viene?¿Cuál es su necesidad de venir?... Qué no vuelva!!! ¿Acaso no tiene otro movimiento en su muñeca?, ¿su pulgar no lo pulsa lo suficiente para salir de tono y no volver a sus reproches irascibles?.¿Qué demonios esperma? Basta!!! Este poema parece viejo, me aburre su riñón y su epilepsia cinematográfica. Basta!!! En el patio o en la plaza el gentío te esperma para patearte el traste de nuevo, y no te cansa... Son noticias repetidas...Para mañana: yo acá, tal vez un poco durito, y usted espermará,
quién sabe dónde.
Final de tango.: chan, chau.(< Secuencia criminal)
Ailán&Adalid
- ¿Y quién quiere ser poeta?
¡Ahora! Escribí vos. Escupí todo.
- A ver, esto sin jugar con las palabras. (o sea, es serio, me ponés tieso. Sí, tieso)
- ¿Qué, vale cohibir mi boca muda de hachas? ¿o acaso pretendés que me devuelva en vos?..
- Pensás muy finito para calzarte, casarte o ensartrarte en mi bodega que promueve riñas.
- ¿Dónde queda tu bodega? ¿En Bogotá o en la bota de alguno de tus gatos?
- No, bobeta, los bohemios se escriben y se exhiben sin verse en versos burocráticos. Como por ejemplo, eh..., pará, pará... Eso, pura formalidad...
No me comés, no me bebés...
- O sea, te veo-veo...
- ... pero tu color es un simple potrero, sin potros, empotrado, con un portero que puertea, que te puertea las vacas que no existe, como tu color.
- Menos mal que había que evitar jugar con las palabras ¿no será que ellas juegan con nosotros y deforman nuestra osamenta?
- ( el ESTRO comprime
- ...resusitó: "nos violan, nos manosean, nos lenguetean, saben a lo que apunto...
- ...a algún punto pero sin N".
- Y me guuuusta, las quieroooo, son mías, las posesiono, las penetro.
- Una afirmación:
- No soy un "pueta", como el hombre que mira desde los brazos que no tiene...
- ... y que termina porque la hoja acaba antes que él...
¡Clinc! (Caja)
ALAÍN REWUYUGOPITS & IDALA ADALID.
Una imputación de haber tenido un instante de mal pensamiento uno hacia el otro, un fugacísimo deseo de mal, o de olvido por propia comodidad, hace que Ella se aleje. Pero queda su mancha de sombra sobre el piso.
La Ella-sin-sombra.
Él, solo.
Durante el capítulo “Cómo borrar la sombra” van llegando los amigos y a cada uno Él le pide recursos para extinguir la sombra, que ha quedado indeleble; todos lo intentan y nadie lo puede.
Hasta que comienza el capítulo “Fortuna fue que fuera imposible mi insensato intento de borrar esa sombra”. Entonces se problematiza a sí mismo sobre sus deberes, conducta para con esa sombra.
En tanto, el problema (para otros, no para Ella) de su transitar sin sombra. Acto deliberado fue perderla, dejarla allí para obsesión de él, para elevarlo a ser hombre de único pensamiento el pensar en lo que falta a esa sombra; y su certeza de que su sombra y el amor de Él serán suyos nuevamente.
Macedonio FernándezEstamos perdidos. Todo esto que te digo es su divina presencia. ¿Reclamar el silencio universal? ¿Desarticular el lenguaje? La mente domina al hombre y a sus sentimientos. Pero, quién la domina a ella.
Cuántas veces queremos “desenchufarnos”, aceptando nuestro automatismo!
Cuántas veces nos proponemos la evasión y ahí está todavía ahuyentando todo rasgo animal!
Es dueña de las voces de todos nuestros ancestros. Nos encierra en su montón de trampas, reclamándonos más hombres para aumentar su poder.
(Sin embargo, puede crecer sola. Es autodidacta.)
Todas esas odiosas palabras con las que nos regocija y no hay nada detrás de ellas, sólo los siglos. Todo es un holograma. Desconexión ya!
La lógica del mundo se revela y no se rebela. ¿No es ab-zurdo? ¿Son los hombres los que deben hacer_lo imposible? Uno se aparta y niega y se ilusiona: Dejen a los hombres libres. Abandónenlos. No les enseñen nada. No les hablen.
Dependencia tras dependencia es la humanidad. El odio, el amor, el dolor, la nada. Qué no existen te digo! Maldita urgencia taxofílica y domesticación y la caverna que te vio parirlos. Belleza, alegría, soniditos que nos exponen al aire. Proyecciones. Destrucción masiva que estás ahí mil veces perfeccionada
(Y, entonces, Ud. puede enamorarse de quien quiera; si total, el amor no existe.)
Achernar Adalid
Y con aquello que queda para ser leído pasa otro tanto. Cada hecho es interpretado por los hombres y cada hombre posee su propia visión sobre el sentido que ese hecho tiene.
Por ello existen tantas versiones como existen historiadores. Un ejemplo claro es el de las opiniones enfrentadas que suscita Roca: para unos, él fue un patriota que extendió el territorio nacional y, para el resto, un genocida que exterminó habitantes nativos.
En todo caso, a las grandes hazañas de la humanidad hay que darles prensa, sobre todo en la escuela que es donde están los que acceden gratuita y obligatoriamente[1].
A ellos hay que enseñarles de dónde vienen para que siempre se resignen a dónde van. A ellos hay que enseñarles que, pese a las similitudes, los historiadores no son cazafantasmas, que los hechos fueron toditos reales, que no son mitos de culturas primitivas, sino verdades formuladas desde criterios científicos. No son ficción como la literatura porque hay pruebas, documentos, testimonios iguales o más contundentes que los que presenta un corrupto para probar su honradez ante el tribunal que lo exonera.
En definitiva, lo cierto es que
También existen quienes te explican cómo distinguir la casa: si su número es impar o infinito, si siempre fue el mismo; si el estilo de la casa es gótico, americano o francés, si quien la edificó recibió ayuda extraterrena; si su habitante la compró o la alquila, si vive solo, si es homosexual o judío.
Otros ni siquiera la nombran, usan metáforas o te recuerdan las palabras de su propietario, aunque ellas sólo se le atribuyen por tradición. También están los que quizás te pregunten si su dueño y la casa realmente existen o si son imaginarios y, en todo caso, para qué sirve hacer de cuenta que existen tales casas.
Mientras esperamos que la máquina del tiempo que nos vienen prometiendo aparezca algún día, sólo podemos acceder al pasado a través del discurso ajeno. Tal vez sea positivo saber que es eso: nada más ni nada menos que palabras de los demás. Es lógico que nos desorientemos. A veces Roca puede ser Perón. Pero, cuidado! Hay cosas que no deben decirse en voz alta, si uno no quiere que lo remitan a "Los anales de la civilización".
Zutano[1] La trampa más imperceptible.
En una sociedad como la nuestra,
en la que todo lo que pasa por la tele
es lo que realmente pasa en el mundo,
cabría preguntarse
¿Quién enciende a quién?
A esta altura del discurso "Los actores sociales con mayor poder adquisitivo tienen por prioridad apoderarse de los medios masivos de comunicación para persuadir y manipular, legitimando su supremacía en el sistema políticoeconómico que intentan perpetuar", debería sonarnos de algún lado.
Todos los que, por una u otra causa, están contra el imperialismo lo sueltan desperdigado por el mundo. Sin embargo, su contrapropuesta es, con suerte, suplantar al gigante por otro que haga lo mismo, pero para el lado opuesto (el de los que se dirían "buenos" en un mundo bipolar, al estilo Disney).
Según se ve (?), la tele se ha convertido en el medio que tiene el mayor potencial para activar y desactivar multitudes a su antojo y, en particular, son los denominados emporios quienes se interesan por
Por ejemplo, algunos dirían que con la difusión de informes altamente sugestivos (como lo son todos), pero parapetándose tras una supuesta “objetividad periodística”, se refrena la participación ciudadana:
"posibles incidentes en una manifestación", seguido de "inminente presencia de violentos", son algunas de las frases que, habitualmente, van acompañadas por el "chui-chui-chui" de Hitchcock, cuyo fin es poner en clima al televidente, dándole una sensación atmosférica irreal, pero psicosomática.
Habría muchos ejemplos que citar, conformémonos con los que tejen, o más precisamente traman, en derredor de los inmigrantes: Durante la última década, ¿fueron ellos los responsables directos o indirectos, al menos, de la falta de empleo en "nuestro" amado terruño?
Con ideas de tonalidad amarillista y barata, se detonaron resabios del Hittler que cada argentino descendiente directo de barco tiene escondido bajo la camiseta, haciendo que éste identifique en un vecino a su enemigo, al responsable de su desocupación y de la delincuencia residual y de que todo y de que la nada y de la madre que lo parió.
Mmmm. Habría que pensarlo mejor, por ahora dejamos picando esta pregunta: ¿Será porque Bolivia no tiene salida al mar?
Algunos teóricos afirman que las sociedades modernas se componen de distintos actores (sindicatos, Estado, grupos económicos, etc.) vinculeados entre sí a través de mecanismos impuestos desde antiguo, lo cual haría que éstos fuesen inquebrantables y, en sí mismos, una querencia humana "capital".
Pese a ello o por ello, ¡vaya a saber uno!, ya hace tiempo que la alienación que "generarían" los medios está siendo cuestionada en artículos de capacitación docente, desde donde se alienta, con una postura más que tranquilizadora, diciendo que los mensajes televisivos, al transmutar en objeto de análisis, no serían "tan persuasivos", puesto que el destinatario no los recibe pasivamente (lo que es obvio, después de las revisiones que se han hecho al circuito de la comunicación), sino pasándolos por el tamiz de los discursos que previamente ha incorporado sobre los mismos temas.
Ahora bien, acordamos, pero ¿de qué calaña son esos discursos incorporados previamente? ¿Quién/es, cómo y en qué momentos los suministra/n? ¿No van a decir ahora que nadie lo pensó antes o después o en el entretiempo?[1]
Es bien sabido que la caja bobalizadora acompaña a las 'nuevas' generaciones desde la más tierna infancia, reproduciendo el discurso hegemónico; a la vez que se propone como el entretenimiento que adormece el intelecto o que hace las veces de ansiolítico. Desde antes del año, los niños son dejados a merced del "chupete electrónico", que es para ellos el encantamiento previo de una brutal boa constrictora.
Pero hay que llegar más lejos para poder otorgar una cuota de sentido a esta enmarañada realidad, porque evidentemente no hay puntada sin hilo, menos cuando se trata de redes comunicativas y de peces que mueren por la boca, y menos que menos cuando se dice que la escuela, institución reproductora de la dinámica social o simple contenedor de fieras (tarde o temprano domadas), debería ser el adversario de una pantallita luminosa y colorida, ocupando el espacio de contrapoder (?). ¿Acaso éste es otro trabajo para Inframan, el famoso superhéroe que en sus horas libres hace de maestro?
¿No se dice también por ahí que -desde todos los espacios posibles- los medios ofician, intentando infundir temor al cambio, al desequilibrio, a un nuevo orden? Claro que no hay que responsabilizar sólo a los que manejan los hilos detrás del telón. Éstos tienen cómplices: gente que aplaude, reidores profesionales bien pagos, etc. Entre todos venden por "democracia" un reino maravilloso de la libre expresión, de la igualdad figurada, ocultando las desventajas y restricciones que emana su “oligocracia”.
Entonces, decíamos, los beneficiados (los que son capaces de responder a estructuras verticalistas, es decir, capaces de subordinarse al dominio del hombre por el hombre, y de éste por el dinero, en pos de beneficios mezquinos) ¿no se plantean la necesidad de aislar, neutralizar y desacreditar políticamente todo lo que atente contra la pseudodemocracia en que vivimos, y no avanzan contra los "independientes" como el peligro mayor e indescifrable?
En resumidas cuentas, varios aseguran que el sistema actual ha podrido mantenerse disque gracias a que ha dispuesto toda su energía en, por un lado, el camuflaje de su autoritarismo a tal grado que su slogan es la "libertad" y, por el otro, en la censura. Pero no de una manera ordinaria, (y/o) como militares, puesto que el acceso a los medios de difusión depende de una posibilidad económica y ésta, quieren hacernos creer, depende del esfuerzo y de la "inversión" educativa que cada individuo haga. Pero, de todos modos, nadie declara abiertamente que la casa se reserva el derecho de admisión y que los discursos que se hacen con posterioridad en los espacios restantes parecen no bastar para desenmascarar un complot tan descomunal porque, paradójicamente, no hay "masividad" ni repitencia inagotable en ellos, o sea, porque no poseen continuidad, por esa maldita intermitencia casi navideña que nos agarra de vez en vez.
Así, sutilmente, dejan fuera del campo comunicacional (dueño de tu pantalla, de tu música, de tu desnudez) a muchas voces, es cierto. Pero también es cierto que a ellas no les hace falta entrar en él, ni permanecer fuera, ni nada. No tienen por qué seguir un "patroncito" de conducta regular, sistemática.
Vayamos al problema: ¿Cómo hacemos circular otros discursos dentro de nuestras limitaciones económicas, técnicas, intelectuales o de sensibilidad?
Todos pueden hallar una forma personalizada de lanzar su voz. Otros lo hacen hace tiempo. No es preciso abarcarlo todo, ni mantenerlo eternamente (los ecos se encargan de desfondar el vacío).
La multiplicidad, la piratería, lo impredecible, lo subterráneo, lo clandestino, lo ilegítimo, lo alternativo, lo cómo se llame tiene más fuerza constructiva que la masividad oficialaria. Lo uniforme fracasa tarde o temprano, ya sea porque "pasa de moda" para algunos, o porque se comprende injusto. Entonces, cada quien busca una forma nueva, una posibilidad de cambio, una mirada distinta y, en el mejor de los casos, superadora. No puede haber un control absoluto y sí existe, efectivamente, un tráfico de ideas.
No es cuestión de llegar primero, ni de hacerlo en forma aplastante. No hay voces más autorizadas que otras porque tampoco hay autoridades. Se trata de una hermosa irregularidad sobre la que inevitablemente se repara, un momento en que los discursos incorporados dialogan entre sí, porque el conocimiento no debe ser medievalmente almacenado en los anaqueles de las elites despectivas y arbitrarias, ¿por qué aceptarlo? Nuestro legado puede ser el universo, todo lo que contiene o la parte que se nos venga en gana... No hay obligación de tomarlo, ni un árbol prohibido, ni viperinos hostigándote para que lo hagas.
Pensarlo así parece algo más cercano a nuestras posibilidades: es factible que difundamos discursos que permitan la reflexión, la comparación con otros discursos. Y no porque la democracia se vea amenazada, sino porque este sistema "representativo", junto con sus bonitos estados nacionales, existe para hacer las veces de barrera intelectual. Son una cortina de humo con la que las potestades económicas nos balean de miserias y fragilidades el pensamiento. Hay algo que nos une más allá de las locaciones geográficas. Y no podrán separarnos para siempre con las líneas puteadas de los mapas
Ahora, ¿Nuclearse?... Sí. (Para qué, dónde, con quién y hasta cuándo)...
Zutanosiempre tan honrado y huérfano y ocupado
reconciliándose con la inercia de estar en su rincón.
detecta los silencios que se juntan a ilusionarse con los hombres
que se vuelcan por la ventana para evitar sus cortinas
"Falta tanto", piensa y se agita de sólo lamentarse
sin saber
quién lo sucederá.
escudriña mi lámpara
y su asombro lo expulsa hacia adentro/
cuerda herida, mitigando confort/
ruega, ruega guardanauta de los ojos lunares,
con plegarias kerosén
a un corazón mentolado,
abusivamente refrescante a punta de fusil/
¿quién irradia la sombra de un tren que huye, que cae/
camaleón discontinuo,
en tu ciénaga de horas y relámpagos jurásicos?
pero, ¿quién, ave trepadora que cosecha puertas,
es ahora una parábola inserta en su propio abandono?
con tu fobia al amor
¿quién desorienta tus indicios?